BENPOSTEÑOS
Los siguientes testimonios están contenidos en el Informe de memoria Histórica Niños, niñas y jóvenes afectados por el conflicto en el departamento de Córdoba; quienes fueron participantes de los procesos de Benposta.
“Hoy sigo siendo una persona soñadora que le gusta buscar el bienestar de los demás
Agradezco a la vida y a Dios, que cuando estaba realizando mi 10º año, llegó un programa:
“Retorno a la alegría”, a través de un maestro de matemáticas que venía de Montería y había estado en los procesos de Benposta nos socializó el programa y todo el curso aceptó, ya que esto nos servía para responder con las horas de servicio social a la comunidad que teníamos que reportar a la institución. Lo que empezó como ese servicio social y una tarea escolar, se convirtió para mí en una opción de vida y una forma de hacer algo por mi pueblo y por mi gente. Desde ese entonces he participado de varios procesos de formación en Montería para desarrollar el trabajo con niñ@s desplazados por la violencia y con altos índices de vulnerabilidad. En este momento me desempeño como instructora de Karate Do de niños y jóvenes, precisamente aplicando las enseñanzas que me dejó Benposta, gracias a eso he podido ir amoldando ese conjunto de valores y crecimiento personal que nos brindaron; ahora lo aplico también con niños y jóvenes en el campo deportivo, también estoy formando niños tanto en su crecimiento personal y ocupación de su tiempo libre.
“Soy un muchacho que desde hace mucho tiempo viene trabajando a nivel comunitario, actualmente estoy trabajando en la Alcaldía Municipal en la Secretaria de Cultural y Juventudes tengo una familia organizada aproximadamente 7 años, tengo una niña de 5 años. Me siento muy afortunado de mi proyecto de vida porque siento que lo que hago, lo comparto y estoy ayudando a la comunidad”.
“Benposta fue una pieza fundamental para afrontar lo que nos dejó la violencia. En ese momento
era la única entidad que acompañó a muchos jóvenes en su tiempo libre, a los niños para que no
se encaminarán hacia esa violencia. Ella era la única que nos brindaba la oportunidad de utilizar el
tiempo libre en otras cosas, de no estar pendiente de lo que pasaba, sino de tratar de llevar una vida normal y enseñándonos a través de los valores y a través de la formación humana de que había otra forma de vivir y que no necesariamente involucrarnos en la violencia”.
“La verdad ponerle una ubicación exacta a Benposta en mi vida sería difícil, simplemente Benposta ha hecho algo fundamental en mí: ser una persona diferente y procurar mejorar cada día más, éste para mí sería como una especie de psicólogo o de moral que está ahí conmigo, acompañándome para poder discernir lo que puedo hacer obrando bien y lo que puedo hacer obrando mal”.
“Cuando cumplí los 7 años entre a Benposta, porque una vecina tenía a sus hijos participando. Pero detrás del almuerzo, empecé a asistir a los grupos formativos y me gustaba muchísimo; le ponía seriedad, porque me gustaba, e invite a más niños para que ingresaran a participar en los procesos de Benposta. Aquí aprendí a conocer personas nuevas, empecé hacer amigos y compartir con ellos en los espacios de formación. También esa empezó a ser la principal motivación, porque podía compartir con mis compañeros en Benposta “.
“Soy oriunda de Montería, maestra Licenciada en Educación Infantil, maestra de música de gaita,
también trabajo en la parte comunitaria, tengo como 8 años de ser maestra nombrada, tengo unos
17 o 18 años de estar trabajando con los procesos comunitarios con Benposta. Prácticamente
donde he desarrollado parte de lo que hago” .
“Pero así como hay personas que quieren conseguir dinero de una forma más fácil, hay otras que quieren luchar y seguir adelante honradamente, y aportar un granito de arena para el cambio de la realidad social que queremos para las vidas de los habitantes tierraltenses, son aquellas que no apoyan a la violencia y no se vinculan a grupos armados; así como también se encuentra el apoyo de organizaciones y ONGS que buscan este mismo propósito, como es el caso de Benposta que forma a jóvenes en valores y desarrollo de habilidades artísticas y culturales cono también el desarrollo personal, para que no escuchen malas propuestas y se dediquen a actividades lúdico formativas”.
“..todo esto lo hacíamos con Benposta, para demostrar que en el medio en el que vivimos, a
pesar de las violencias y de los grupos armados, tenemos la esperanza de que esto cambiara... En
medio del trabajo, el estudio y el contexto violento en el que me encontraba, nunca abandoné mi
comunidad y asistía a las reuniones que se hacían cuando tenía mi tiempo libre, que era poco, ya
que para mí ha sido tan importante y más haciendo parte de mi forma de vivir... “
“Antes que conociera a Benposta todavía era más desordenado; a los 13 años mi mamá me dijo
que me iba mandar a estudiar a Benposta, que ayudaba a los niños como yo. Decidí ir y allá encontré muchas personas que me escucharon aconsejaron y ayudaron porque yo era demasiado
desordenado... porque me recogió a mí, me crió como persona, porque yo no me catalogaba así,
no era una persona; ya que si no conozco a Benposta en el punto en que yo estaba no estuviera comentándoles esto hoy en día “.
“He visto cómo las comunidades se han vuelto poco prosperas, incapaces de salir adelante con tanto sufrimiento; pero, al mismo tiempo veo su valor, al ponerle cara dura y corazón valiente a esta violencia que parece eterna. Con Benposta he visto a muchos que ya han podido superar las atrocidades cometidas por quienes han hecho la guerra, matando y creando el terror en todas partes, destruyendo familias enteras, dejándolos como desplazados, que sin tierra pasan solo a sufrir en un pueblo o ciudad, donde nadie los conoce, puesto que han dejado todo, han perdido el esfuerzo y el trabajo de muchos años, eso que llegaron a construir, lo que, con el sudor de su frente, esfuerzo y amor han obtenido”.
“En el año 2007 por curiosidades de la vida llegué a Benposta. Entré simplemente porque me llamó la atención la danza y la música folclórica, sin pensar las oportunidades que eso traería en mi vida… (HV, 9). Entro a Benposta un día por casualidad; nos gustaba mucho el baile y nos pidieron que fuéramos a hacer una presentación a Benposta el día de los niños; y desde ahí empezamos a integrarnos un grupo que siempre bailaba de mi curso, todas nos integramos a Benposta “.
Por ejemplo, en estos días conversábamos con unos muchachos que estuvieron en el grupo en
Nuevo Oriente. Ellos nos comentaban: es que Benposta a mi me dio muchas cosas, es que si no
hubiese llegado a Benposta, quien sabe si hubiera aceptado estar en un grupo armado hubiese cogido un mal camino; cuando ellos le dicen a uno esto... ¡Uno siente que hizo las cosas bien!... Si se aporta, si hemos colaborado, por un muchacho que no ha ido a la guerra es ganancia y si ya son 10, si son 20 y si son 100 o más, imagínate es muchísimo lo que se ha hecho...”
“Yo pienso que en todo se ve, un joven que ha estado en Benposta que ha vivido la formación se
nota la diferencia en todos los aspectos, mi comportamiento mi responsabilidad con mi familia y ahora con mi hija todo ha sido la formación que uno tuvo con Benposta, así como muchos jóvenes marcan la diferencia en nuestro ámbito en donde estamos, porque hacen la violencia, a mí Benposta me aporto a mi vida mucha responsabilidad”.
“A Benposta la veo como una familia que adopta e integra a niños, niñas y jóvenes para la reparación, para la cura del alma, de los corazones, para el desarrollo integral y moral de cada ser humano” .
“Esto me permitió afianzar y fortalecer la parte espiritual, personal y laboral, ya que no solo se realizaban actividades, sino también recibíamos talleres de formación, acompañados de espacios de autoconocimiento que nos ayudan mucho a superar y sanar esas heridas causadas por los sufrimientos que a diario vivimos”.
“Poder compartir con otras personas que te generen seguridad, tranquilidad porque esta clase de dolor que pasa en las personas hay que aprenderlas a contar y la otra es poder tener redes o apoyo que te ayuden a repensar tu vida a partir de cualquier hecho doloroso y poder comenzar a construir tu vida “.
“Benposta llegó a mi vida, creo que en el mejor momento: en mi niñez. Creo que tuvo mejor sentido empezar desde tan pequeña. Creo que buena parte de la vida que recuerdo ha estado ligada a Benposta; durante todo mi crecimiento, siempre he estado participando de los procesos en Benposta y me han ayudado siempre en las diversas etapas de mi vida. Aquí aprendí a comportarme, a tratar a los demás, a distinguir qué cosas me pueden convenir y que cosas no. Benposta siempre ha desempeñado u buen papel en mi municipio y en mi comunidad porque es una organización que le da prioridad a la niñez y la juventud”
“En ese momento, a mediados del 2005, comencé a asistir a las actividades de la que más tarde se convertiría en mi gran familia: “Benposta”, a la cual comencé a asistir por mi amor al deporte; pero para poder practicarlo, también era necesario formarnos como personas, lo cual en ese momento no me llamaba mucho la atención; pero si quería practicar futbol, debía asistir a estos grupos formativos “.